La industria de la gestión del agua está llena de conversaciones sobre IA, IoT y soluciones digitales —y con razón. Estas herramientas tienen el potencial de ayudarnos a detectar fugas, optimizar las redes de distribución y predecir necesidades de mantenimiento. Los posibles beneficios en eficiencia son innegables.
Pero mientras adoptamos estas tecnologías, también debemos detenernos y reflexionar: ¿estamos dando demasiada importancia a la IA y a las herramientas digitales a expensas de lo esencial?
Los riesgos de la dependencia excesiva
La IA puede analizar datos, pero no puede sustituir las buenas prácticas de ingeniería. Los tableros digitales pueden señalar ineficiencias, pero no reparan tuberías. Las herramientas sofisticadas son tan efectivas como la infraestructura básica y la experiencia operativa que las respaldan.
El peligro de depender en exceso de la tecnología es real. Cuando las utilities se enfocan únicamente en adoptar la última solución impulsada por IA, corren el riesgo de descuidar el trabajo fundamental de ingeniería y operación que constituye la columna vertebral de una gestión del agua efectiva.
Volver a lo básico: la clave del éxito sostenible
Antes de desplegar herramientas de vanguardia, las utilities deben asegurarse de:
- Mantener la infraestructura esencial: la detección de fugas, la sustitución de tuberías, la gestión de presiones y el mantenimiento preventivo son insustituibles.
- Formar personal especializado: la tecnología funciona mejor cuando se combina con equipos capacitados que sepan interpretar y actuar sobre los datos.
- Construir sistemas resilientes: los fundamentos de la ingeniería son la base de cualquier sistema sostenible de gestión del agua.
En Miya Water, hemos comprobado cómo la integración de la tecnología con prácticas sólidas de ingeniería genera un impacto real y sostenible. Pero también hemos visto qué ocurre cuando se priorizan las herramientas por encima de los sistemas: los resultados se estancan y el progreso se frena.
Un enfoque equilibrado
La IA y la digitalización son facilitadores, pero no soluciones independientes. El futuro de la gestión del agua reside en combinar tecnología de vanguardia con principios de ingeniería comprobados y excelencia operativa. Solo encontrando este equilibrio podremos abordar realmente los desafíos globales de la escasez y las pérdidas de agua.
Artículo escrito por Noam Komy, Presidente Ejecutivo de Miya Water